Él hecho de plástico y yo hecho de papel.Y nuestra mejor amiga hecha de esas pelotitas que recubren las cosas para que no se rompan y que cuando las reventás hacen un ruidito que te produce un placer infinito y que te libera del estrés. ¡Paf! Placer. ¡Paf! Afuera ese estrés...
Él tiene miedo pero de todos modos se sube al escenario. Él está insegurísimo de lo que hace pero de todos modos sube y le sonríe al público. Y si te lo quedás mirando un rato vas a notar que por un segundo él hace lo suyo completamente bien, maravillosamente bien. Ese es el exacto segundo en el que él cree en si mismo...
Besos y rosas llenos de espinas. Sonrisas sin ganas, sonrisas de compromiso. Mucho amor desechado a la basura. Muchas palabras de carton mezcladas con placer. Mucho sabor a cigarrillo en tu lengua. Besás muy bien. Pero el sabor a cigarrillo nada... Vos no sabés. No sabés que ese sabor amargo me hace acordar a todos los flacos lindos que me comí y que fumaban. Es raro, es como que el hecho de que fumen cigarrillo activa la función simplificadora de mi mente y los mete a todos en una bolsa sin agujeritos para que se ahoguen entre mis recuerdos. A vos también te metí en la bolsa, pero gracias a vos ayer me di cuenta de que hasta las lenguas de los que fuman saben diferentes. Vos fumás de los light...
¿Yo estaré en una bolsa dentro de tu cabeza? ¿En qué categoría debo de estar? Pero no. Después me arrepiento de lo que dije. Porque vivo quejándome de las etiquetas pero yo soy el primero en ponerlas o en ponermelas. Sinceridad absoluta. Palabras de verdad y no de cartón.
Él está hecho de chocolate y yo de papel y... ¡¡¡¿F*ck por qué no se dio?!!!
Será que... No sé. Vos sabrás.
domingo, 18 de septiembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario