Sueño.
Sueño que vos soñás conmigo.
Te sueño y mi sueño es tan patético que quiere parecerse a un cuento de Borges o de Cortázar y termina siendo una enferma, pobre, triste y berreta imitación de un cuento de Borges o en su defecto de uno de Cortázar.
En ese sueño vos me soñás y en ese sueño dentro del otro sueño los dos estamos en una playa. Las olas gritan y la espuma susurra. La arena es blanca y vos también. Vos también sos blanco porque la luz te da en todo el cuerpo y vos intentás hacerte vicera con la mano y en el medio de la luz del Sol se cuela un poco de tus ojos verdes...
Vos me mirás y sonreís. Parecés un nene chiquito. Plano a mi boca. Digo "parecés un nene chiquito" pero no se escuchan las palabras. Plano a tu boca. Volvés a sonreír. Plano a nuestras bocas. Nos estamos besando. Se ven nuestros cuellos desnudos y un poco de mis orejas gigantes y un poco de tu oreja izquierda y tu expansor. Yo me acerco a tu oreja y te digo "te amo". Vos te acercás a mi oreja y me decís "yo no". Y ahí termina el sueño.
Ahi termina el sueño dentro del otro sueño.
Vos te despertás. Tenés un pijama de osos y llevás puesto un gorrito con un pompón. Parecés un nene chiquito con miedo. Salís de tu cuarto y corrés por un pasillo. La luz es verde. Te tapás la cara. Corrés y corrés por el pasillo que cada vez se hace más grande y más largo. Sos como un nene chiquito, un nene chiquito que usa expansor...
En un momento descubrís una puerta. Entrás y hay una cocina. Cerrás la puerta detrás tuyo y te dejás caer. Respiras aceleradamente. Tu pecho se infla. Parece que vas a pegar un grito pero en realidad con ese movimiento hacés la mímica para recordar como respirar. Tenés la frente sudada. Sentís los ojos pesados. Los cerrás y te dormís. Volvés a dormir pero no soñás con nada. Volvés a dormir pero no soñás con nadie, ni conmigo, ni con ese imbécil que siempre supo ser mejor que yo en todo (o al menos es lo que siento desde esta inútil perspectiva).
Cuando te despertás yo estoy al lado tuyo pero no me ves. Te alcanzo un vaso de leche chocolatada y vos creés que apareció de la nada. Vos tomás de ese vaso y decís "soy un nene chiquito" y te dormís y yo finalmente me despierto.
Me despierto y me siento total y completamente vacío...
Debería dejar de hacerme la cabeza por este tipo de cosas ¿no?
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Me hiciste viajar leyendo esto... ¿Qué mas se puede pedir? Gracias por el disfrute!
ResponderEliminary si, deberías.
ResponderEliminarNico: Muchas gracias! (Froyd tenía razón con eso de que contra los halagos uno está indefenso XD)
ResponderEliminarCherry: Bueh, de a poco che :P